Municipio La Carlota

Durante el curso lectivo 2011/2012, el Ayuntamiento de La Carlota, favoreció la reforma del edificio central del campus, a partir de una Declaración Institucional aprobada por unanimidad por todas las fuerzas políticas representadas, por la que se reconocía a la Facultad de Teología de Asambleas de Dios como Institución de Interés Social y Cultural para la Carlota.

Al mismo tiempo, se reconoce el origen protestante de esta población que a instancias de Carlos III fundada por el Ilustrado Pablo de Olavide en el s. XVIII, sufriera por su compromiso con la verdad evangélica, el peso de la Inquisición, ya que consta que La Carlota había sido fundada con casi un 80% de luteranos.


El pueblo de La Carlota nace como consecuencia del proyecto Rey Carlos III en el siglo XVIII de crear una sociedad ideal, repoblar demográficamente la zona y hacer más seguro el tránsito del Camino Real.  Para ello se redacta la Real Cédula en 1767 por la que establece el fuero de la Nuevas Poblaciones y que se encargaría Pablo de Olavide llevar a cabo este proceso renovador  y novedoso para nuestro país.

Para tal fin se contrató al bávaro Gaspar Thürriegel, quién se encargaría de buscar en Centroeuropa colonos que estuviesen dispuestos a venir a nuestro país a cambio de tierras, casas, animales, aperos de labranza, etc. para llevar a cabo el establecimiento del modelo social propuesto por los ilustrados.

Es aquí cuando se produce el incumplimiento de una cláusula especificada en la portada de la Real Cédula, Thürriegel percibía una cantidad de dinero por cada colono que trajese de Centroeuropa, por lo que la condición de ser católico no fue tan requerida por el aventurero Bávaro. Eso hizo que los colonos, venidos de países que habían abrazado la Reforma Protestante como Francia, Alemania, Suiza y Holanda, fuesen en gran número protestantes.

Ante esta paradoja se adoptaron medidas para solucionar el problema de los colonos protestantes, algunas de ellas fueron que en 1770 la Junta de estado presiona a Olavide para que pueda entresacar a los colonos de los cuales hubiera sospechas de su catolicismo. El tribunal de la Inquisición de Córdoba toma medidas  y autorizan al Vicario  eclesiástico para que pueda absolver del pecado de herejía a cualquier colono que quisiera volver a la iglesia católica. Asimismo, el Fraile capuchino Pablo Antonio de Bingen llevaría a cabo una labor de reconvertir a los colonos protestantes al catolicismo, cosa que tuvo resultado, pues 70 años después, en la famosa conversación de Borrow con la ventera de la Monclova, reflejada en el libro “La Biblia en España”, todos los colonos eran ya católicos, ó por lo menos decían serlo.

Con la derogación del fuero de las Nuevas Poblaciones en 1835 también terminaba, de momento, el sueño de esa sociedad ideal, los colonos centroeuropeos se cambiaban su apellido para que no reconocieses su origen protestante. Lo que no pudieron ocultar, quedando aún reminiscencias de ello, fue la concepción del trabajo y la cultura,  y con ello el progreso que aportaron a esta zona de España, convirtiéndola en una de las zonas más prósperas y de mayor riqueza.

Doscientos años después, con la fundación del Seminario de las Asambleas de Dios; ahora reconocida como Facultad de Teología y su posterior establecimiento en La Carlota, nos recuerda que quizás siga más vigente que nunca el sueño de los ilustrados, sobre todo cuando leemos documentos como la carta que Campomanes escribía con énfasis al ministro Múzquiz en 1767, en la que le expresaba con énfasis que este negocio era de los más gloriosos del reinado y que haría la mejor época del país. Es lo que los hombres y mujeres que creemos en este proyecto de formación de obreros fieles al ministerio de la Palabra esperamos que sea con la ayuda de Dios, la mejor época de nuestro país.

En el siguiente enlace se puede acceder a la web oficial del Ayuntamiento de La Carlota: